Constelaciones Familiares Barcelona

En la especie humana los bebés al nacer esperan recibir amor. El amor materno es la primera expresión de amor que recibimos. El amor es un sentimiento benevolente, generoso, desinteresado. El amor que esperamos recibir de niñ@s es incondicional, es dar todo a cambio de nada.

De acuerdo a la experiencia de amor que hayamos recibido de nuestra madre, o persona que nos maternó, será como entenderemos el amor. La infancia es la etapa donde toca recibir, recibir el verdadero amor materno, que es íntimo y fusional. Si así fue, las criaturas crecerán seguras de haber recibido lo que necesitaban, habiendo aprendido a vivir en la intimidad amorosa y la fusión emocional. Si así no sucedió, quedaremos hambrientos y esperando recibir el amor que nos faltó. La infancia es la etapa en que toca recibir, en la adultez lo importante es lo que damos y no lo que recibimos.

La mayoría de madres no han experimentado el amor materno incondicional, por esto tampoco lo han podido ofrecer a sus hij@s. Así nos vinculamos desde la falta de amor, esperando que nos compensen los agujeros emocionales.

No habernos sentido amados en la infancia es muy doloroso. De esto no tenemos mucha consciencia. Por esto te invito a una sesión grupal de Constelaciones Familiares donde explorar tus dificultades de adult@ tomando consciencia de tus heridas emocionales que siguen sangrando y no te dejan avanzar en la vida.